Se trató de un plan mediático golpista, bien armado, que desencadenaría la muerte de decenas de venezolanos y venezolanas, y con cientos de heridos.
Los grandes medios de comunicación conspiraron contra el pueblo; mintieron sobre los sucesos del 11-A, construyendo virtualmente los hechos; y callaron sobre la respuesta del pueblo ante tantos atropellos. La opinión pública llegó a ser tan manipulada y engañada como los días 11, 12 y 13 de abril de 2002.
En la tarde del 11 de abril de 2002, aun cuando ya se habían presentado algunos focos de violencia protagonizados por la Oposición ; los medios notificaban que todo estaba en completa tranquilidad, por no registrar ni un sólo hecho irregular.
En la tarde, el equipo de CNN grabó un ensayo con diez militares golpistas. La persona que leyó el documento, fue el vicealmirante Héctor Ramírez Pérez, quien sería nombrado, al día siguiente, ministro de la Defensa del Gobierno de facto. Ramírez hablaba de muertes, cuando todavía no había ningún fallecido. Éste es parte del comunicado que leyó: “... con francotiradores. Para este momento, van 6 muertos y decenas de heridos en Caracas”. Era una conspiración vinculada a la masacre que ocurriría más tarde.
El pueblo estaba dispuesto a todo. Incluso, antes de que secuestraran al presidente Chávez, la gente se había convertido en guardiana del Presidente y en defensora del Palacio. Después, cuando ya había pasado el 11-A, no pudieron aceptarlo y se fueron a las calles, con muchísima determinación. En la noche del 12, hicieron un cacerolazo inmenso, exigiendo el regreso del Presidente. Y fue la presencia de ese pueblo, más la acción de la Fuerza Armada , la que permitió recuperar el hilo constitucional.
El pueblo sintió que esa mentira que estaban transmitiendo las cadenas de televisión privadas, no era verdad; la gente decidió irse a la calle.
El pueblo sintió que esa mentira que estaban transmitiendo las cadenas de televisión privadas, no era verdad; la gente decidió irse a la calle.
Al pueblo se le silenció durante los días del Golpe. Los grandes medios callaban o sólo transmitían la película orquestada, para acabar con la Revolución democrática y liberadora.
10 años después, los medios siguen confabulándose, pero la prensa alternativa ha crecido y da a conocer la realidad de la Revolución Bolivariana , cuyo poder popular se perfecciona.
“Los medios de comunicación no han cambiado su conducta política, y nosotros observamos que la distorsión y la manipulación siguen marcando la política editorial de estos conglomerados empresariales mediáticos”.
María Díaz
C.I. V- 10.541.778
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